Eso de cerrar fuerte los ojos, cruzar los dedos y pedir con todas las ganas del mundo que tus sueños se cumplan, a veces funciona. Claro que detrás de los deseos, como no, suele estar ese aparentemente mágico e inocente ingrediente: la ilusión. Pero de mágico, nada, y de inocente, menos. La ilusión es poderosa y astuta. Nos encamina en la vida, de algún modo nos va provocando un comportamiento enfocado a conseguir nuestros sueños; de repente solo ves chicas embarazadas, o coches descapotables, o el corte de pelo que te gusta, o esas casas en solo una planta o sencillamente artículos sobre neurociencia de esos que te fascinan y te hacen devorar libros y más libros, tardes y más noches.
«En el aeropuerto sonaba una música alegre de jóvenes artistas que entretenían las esperas entre cielo y tierra. La chica morena leía y disfrutaba el reportaje «Another world» del típico magazine de fin de semana y mientras, yo la espiaba curioseando desde el asiento de detrás, dejando volar mi imaginación para construir ese mundo diferente al que cada día pertenezco más. Sereno, libre y creativo. Y no solo yo creía en ese mundo, «another world», no solo la chica morena y guapa, no solo el escritor del artículo, ni solo el redactor jefe del dominical, ni solo el editor que escribe sobre lo que sabe que interesa a la sociedad…De repente todo lo que ocurre a mi alrededor, incluso a mi alrededor en otros países
es justo lo que yo sueño, lo que mi ilusión construye».
Pero no todo es casualidad, no todo flota en el aire al libre albedrío de lo fortuito. La selección del estímulo está ya configurada y la formación reticular ascendente ya ha filtrado lo que me interesa. Porque lo sabe, porque me conoce más que nadie.Y por eso tú, consigues ver por todas partes esas cosas que te gustan, que buscas cada día, que te hacen ilusión y aportan sentido. Y al final las consigues porque te has orientado a ellas casi sin darte cuenta.
Hoy voy a pedir un deseo y soplar fuerte las velas. Porque sé que si lo pido así, tengo muchas posibilidades de que se cumpla.Accede desde aquí a más relatos. Lee y desconecta.