Muchos sabéis que este año ha sido un año duro para mí, de muchos cambios y experiencias nuevas, especialmente en el ámbito de la educación de mis hijos. Pero, recordando aquello de que hay que esforzarse para poder ganar y disfrutar del esfuerzo, os puedo decir también que ha sido un «curso» más que gratificante, lleno de alegrías y recompensas. Y la más importante de todas las recompensas: la felicidad y realización de mis enanos.
Cuando un niño va a su cole sin más, sin más pena que gloria (pero sin pena eh), sin disfrutar de sus habilidades porque no le han facilitado su descubrimiento y cuando piensa que el cole es muy cómodo porque está muy cerca de casa y no sucede allí nada «malo» (ni tampoco nada que le haga disfrutar intensamente)…
Ahora que sé lo que se puede llegar a cocer en otros colegios…voy y me encuentro este artículo de Colegios Inspiradores, firmado por Ignacio Andrío.
No digo más. Bueno sí, ¡¡¡gracias a los nuevos coles!!!!
EDUCOACH: DIRECTORES DE COLEGIOS INSPIRADORES: A tenor de la matriculación para el próximo curso de mis dos hijos mellizos, después de haber asumido yo personalmente durante sus tres p…