Te adelanto que es difícil, ya te lo digo, pero queda menos… Ha llegado a mis manos recientemente una información muy interesante, tanto que no me la puedo callar y no hay más opción que compartirla.
Hace ya unos días que se celebró en los Unidos Estados de América, la gran final de la Superbowl. El gran momento, el momento de la verdad, el momento del espacio publicitario de tv más caro del mundo, con unos datos de audiencia que consiguen dejar clara tu insignificancia en el planeta… ¡Todos atentos al momento!
Y es entonces cuando apareces, captas mi atención, consigues que grabe tu nombre en mi memoria… pero no siempre consigues que te compre.
La empresa americana Sands Research ha hecho público un ranking de anuncios en el que midiendo simultáneamente la actividad cerebral (con EEG) y los detalles que captan la atención de nuestros ojos (con EYE TRACKING), consiguen predecir los anuncios que tendrán más impacto, los que se compartirán más, en cuanto a viralidad por ejemplo. Y se da la circunstancia que este ranking neuronal absolutamente predictivo coincidió con el ranking de los anuncios más virales, es decir, los que han tenido más éxito de atención en redes. Han sido capaces de predecir comportamientos.
El spot más viral fue – o continúa siendo – el de Volkswagen, que incluso se filtró a redes antes de su emisión en tv generando un maravilloso buzz (o interés) y que ya ha conseguido unas cuantas visitillas… Es genial!. También es impresionante ver el video del mismo spot en el que se efectúa la medición en el tiempo real de visionado del spot, con las zonas cerebrales que se activan y los ganchos de atención para los ojos. Es más que genial!!!
Pero no me descuides: sólo te amaré si me activas emociones positivas…
Hay algo íntimo que te envuelve en algunos anuncios, muy pocos… Yo soy de coca-cola, por ejemplo. Sin la más mínima duda, como sabes. Algo hubo en algún momento, no sé lo que…no lo recuerdo.
Sí recuerdo El Anuncio, el que sé que nunca voy a olvidar. Se veía un bebé, de esos rubios, preciosos, en pañales, en una habitación oscura pero con la tele encendida. Se veía en la ppantalla un niño negro, pequeño, llorando desnudo. Nuestro querubín se levantó, mirando fijo al otro niño, se acercaba a él intentando correr,…tratabilló: aún no sabía andar bien. Pero siguió, constante, decidido, cayéndose casi…levantó su manita, se la llevó a la boca, se sacó su chupete…y se lo puso en la boca al niño de la pantalla.
era cáritas.