Si todo fuera tan fácil, si la opinión de un experto sirviera para convencernos a todos, si lo que funciona con un niño funcionase igual para todos… Pero no es así. Por fortuna, además.
La diversidad de opiniones es una ventaja; pero también es cierto que el sentido común, el que ha de ser más común, nos hace ver que cuando llegas a casa después de una larga jornada laboral, en la que has intentado aportar lo mejor de ti y permanecer el máximo tiempo con tu atención a disposición de la empresa… no tienes ganas de hacer más #deberes de la #empresa en casa.
Es nuestro tiempo libre, de desconexión, de cambio y adaptación a un nuevo entorno. Y así, al día siguiente podremos volver a intentar darlo todo. Empezaremos el nuevo día con la cabeza fresca, reseteada.
Los niños deberían de dar lo máximo en las clases; realizar en el aula el máximo esfuerzo académico e intentar sacar el mejor partido a su atención y a sus capacidades. Esta es la obligación de los niños y que los profesores deben de facilitar para su logro cada día.
Porque si en el trabajo no estamos motivados con nuestras obligaciones, tampoco damos lo máximo de nosotros. Pero si estamos con un proyecto que nos apasiona y nos tiene enganchados, continuaremos pensando en el tema incluso después de salir de la ofi. (en el coche, en la ducha y hasta en cama).
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/educacion/2016/09/11/competitivos/0003_201609E11P64991.htm