Con motivo del acto de conmemoración del Día Mundial de la #Creatividad en #Galicia, este año incorporé en mi #ponencia un recurso poco habitual con el objetivo de sorprender, despertar la curiosidad y captar la atención de los asistentes. En un marco de referencia de #creatividad, debía de ejercer como la mejor prescriptora de mis argumentos sobre el necesario desarrollo del pensamiento creativo en las personas.
Es la primera vez que en #España se presentaba este nuevo formato de discurso concatenado con música, para estimular al máximo el cerebro y conseguir una conexión íntima con el público.
Antes del inicio de mi intervención, la audiencia ya comenzaba a generar expectativas, lo que resulta fundamental para activar el cerebro límbico y la #curiosidad. Y todos los indicios apuntaban a que la #música tomaría las riendas de la ponencia. Las predicciones en este sentido acertaron.
Las áreas que se activan en el cerebro al procesar la música son múltiples y esta diversidad resulta muy importante para su desarrollo: facilita el aprendizaje, las relaciones entre las personas y los cambios positivos.
Cuando escuchamos música sentimos placer, nuestro cerebro libera dopamina y endorfinas, conecta las melodías conocidas con las almacenadas en su base de datos y despierta los recuerdos. Estos procesos permiten una modulación eficaz del estado anímico, una intervención en la predisposición y actitud más profunda que con la utilización exclusiva del modo verbal, de las palabras. Porque la música es un método de comunicación que enraíza en las emociones, no en los significados, lo que explica que se genere una conexión íntima con cada persona a través de un diálogo emocional en vez de semántico. Una vinculación que parece ser incluso anterior al homo sapiens y que se justifica con razones evolutivas.
También se beneficia el grupo, los #equipos, su conexión. Cuando escuchamos la misma pieza musical, lo que sentimos cada uno de nosotros es parecido. No podemos olvidar ni descuidar el contagio emocional colectivo.
Con este nuevo formato de ponencia, la música me ha permitido trasladar a la audiencia y reforzar algunos mensajes y emociones que únicamente con las palabras no hubiera conseguido transmitir con la misma intensidad.
¿Por qué utilizar siempre palabras? ¿Solo la forma verbal es eficaz, para apelar a la razón?
En esta ocasión, la ponencia finalizó con el público cantando, alegre y creo que concienciado de que necesitamos más #creatividad en nuestras vidas.