¿Sabías que todas las personas por naturaleza somos curiosas?
Sí, tú también, lo que sucede es que a unos se nos nota más que a otros. Pero es nuestra condición de seres humanos la que nos empuja a desear fervientemente fisgar por esa mirilla, querer saber un poco más de la vida de los demás o bucear y sumergirnos para descubrir algo nuevo, algo que nos aporte, algo que realmente nos fascine, oohhh!!! (Cuando el hombre comenzó a caminar sobre sólo 2 patas, lo que quería era ver lo que se cocía a su alrededor…dicen…quería ver, estaba curioso) Y esta curiosidad bien orientada hacia unos objetivos concretos y de alguna manera “modelizada” y potenciada, nos permite ser cada día un poquito más creativos. Porque nos abre horizontes, temas, planteamientos, la mente, experiencias…
Paseando hace unos días por la amorosa villa de Viana do Castelo, me encontré con un local de venta de reliquias y artículos un tanto singulares que, apoderándose de esta bella condición tan humana de la curiosidad, sorprendía a los transeúntes con un original espectáculo en su escaparate. Se trataba de un concierto en vivo y en directo de un instrumento para mí hasta entonces desconocido: el Toy Piano. (¿De nuevo estamos hablando de experiencias para capturar la atención?) Os acompaño una foto para que podáis fisgar y opinar, algo que también nos gusta mucho a los sociales seres humanos.
Y no te olvides… cuando ya dejes de ser un curioso y no tengas interés por aprender cosas nuevas…empezarás a hacerte mayor.
Un abrazo muy fuerte, hacía mucho que no te contaba cositas…