Djenita
miraba con una profundidad especial, cargada de sabiduría y experiencias
imposibles. Había escapado de la guerra para refugiarse en un país donde reinaba
el orden. Con su familia, solo parte de su familia. Porque las personas que no
la acompañaron en aquel desesperado viaje, habían quedado atrapadas entre los
bombardeos, los odios feroces de las razas y el insoportable sonido de los
motores en vuelo de los caza. Los niños gritaban y las familias quedaban
destrozadas como las casas, como los colegios, como los corazones. Pero Djenita,
después de soportar todo aquel dolor en Bosnia, miraba como una sabia.
*relato presentado al IV Concurso de Microrrelatos Viajeros Mujeres que marcan en un viaje, convocado por Focus on Women. Puedes ver los relatos ganadores aquí.
SENCILLO, CLARO y DIRECTO. Sigue así Elba y, a lo mejor, hasta conseguimos cambiar la sociedad.
muchas gracias rda, ojalá pudiéramos conseguir algo con nuestras palabras.