Mira que son famosas y numerosas las manzanas desde el inicio de nuestros tiempos. La de Newton, la de la bruja, la de la discordia de París en la mitología griega, la Gran susodicha de Nueva York, la de Guillermo… Una increíble variedad para todos gustos y colores, altamente recomendadas en las “tan de moda de repente dietas sanas y equilibradas”, que incluso te alejan de la visita al médico (…y mira que los hay guapos ehhhh, jajaja) si te acuerdas de consumirla antes de irte al sobre. Con 1, basta.
Está claro que las manzanas son algo muy cooooool.
Pero la Más; la más original, la que nos ha robado para siempre la ingenuidad y nos ha separado por desgracia del paraíso terrenal que por entonces teníamos, es la de Eva. Eva la mala. La que seducida por la más maligna, si cabe, serpiente engañadora come el fruto del árbol prohibido e incita a Adán a cometer el mismo error. A desoír y desobedecer. El punto de inicio hacia el fin de los buenos tiempos….
Parecía buena la manzana. Estéticamente resultaba agradable y muy atractiva. Cuanto más prohibida, más ganas daba de caer en el vicio. Era la manzana de la sabiduría.
Y esta misma manzana, sino otra, la del mordisco y la ingenua hojita, la que representa el placer del paraíso y de los placeres en general, la que da unas horribles e imparables ganas de probar cada día y cada vez, la que nos incita con solo verla de lejos o intuirla, la que desde la apariencia de lo sensual nos invita a morder y probar un mundo diferente pero por encima de todo y todos, un mundo demasiado deseado…es la manzana que Steve Jobs y su gente nos han colgado de sus productos como si fueran frutos de prohibido deseo. Y por esta asociación inconsciente de nuestro cerebro, la manzana de Apple es la manzana de deseo a la que aun queriendo, muchas veces no podemos ni podremos resistirnos. La mordemos. Nos engancha. Nos seduce.
Pero cuidadín, que si de algún modo cabe esta maligna interpretación del logo de la manzana de Steve, tal vez deberían evolucionar y sustituir la manzana por un higo…¿No crees?
May
22
Que bueno Elba! Es que ni me acordaba ya, de la manzana de Eva!! Pero claro que no quedaremos por aquí… “el mar tiene hambre de higos”! Un beso. Sandra