En la habilidad de las empresas para la gestión del talento, está la clave: conseguir una diferenciación estratégica que conduzca hacia el éxito, o al fracaso en el peor de los casos. La cultura y sus políticas de captación y retención, son las herramientas que deben utilizarse para motivar a las personas y así desarrollar al máximo su capacidad creativa. Tenemos un reto ante el nuevo escenario, con unas exigencias formativas diferentes que han de ser tenidas muy en cuenta; las nuevas habilidades que demanda un entorno en transformación absoluta, micro y macro.
El talento dará la solución innovadora a las empresas. Porque todo empieza y termina en las personas.
Con estas conclusiones cerramos el pasado día 18 de abril las jornadas de trabajo que organicé en Galicia, con APD e IGAPE, y con la colaboración de ABANCA y Coca-Cola, para conmemorar un años más, el Día Mundial de la Creatividad 2018.
Gracias a todos por participar.